Desde que comencé la universidad supe que quería vivir fuera de España. Aunque nunca tuve claro el destino y la rutina diaria, me hizo postergar ese sueño año tras año. Hasta que, en 2016, una oportunidad llamó a mi puerta y no lo pensé dos veces. Bueno, en realidad sí que lo pensé, ¡y mucho! Porque el destino era Alemania, un país al que dije que jamás emigraría y del que solo conocía historias de terror sobre Merkel y la temida Troika. Por tanto, no es de extrañar que al aterrizar en tierras germanas (en Münster, concretamente), me di un buen castañazo.
Por aquel entonces no hablaba nada de alemán, no tenía ni idea del modo de vida en este país, tampoco sabía qué trámites tenía que hacer, ni dónde acudir para que me ayudaran. Así que, he de confesarte que aquel primer año resultó bastante duro, pero, poco a poco, las dificultades se convirtieron en aventuras que compartía con amigos de diversas edades y nacionalidades.
Sin saberlo, había comenzado mi proceso de alemananización integración. Me tomé aún más en serio el tema del reciclaje, iba a todas partes con mi bici, disfrutaba del contacto con la naturaleza, planificaba mis quedadas y citas médicas con meses de antelación y me enharinaba las manos para hornear los postres típicos de cada época del año. En Münster encontré a mi familia adoptiva y me reciclé profesionalmente. Era feliz.
Pero, en 2018, llegaron nuevos cambios y, con ellos, una nueva mudanza. Embarazada de 6 meses y de la mano de mi ahora marido, nos despedimos de los nuestros y nos instalamos en Köln, la capital del Fastelovend. Las circunstancias me impidieron conocer la ciudad como me hubiera gustado y en abril de 2021, una oferta laboral de mi pareja nos obligó a trasladarnos a Berlín, donde resido en la actualidad y donde espero poder quedarme algo más de tiempo. ¡Tres ciudades en cinco años han sido todo un reto!
Como imaginarás, mi camino ha estado lleno de frustración, alegría, (re)adaptaciones, nuevos trabajos, nuevas formaciones, infinidad de trámites, reencuentros, despedidas, nuevos amigos y un sinfín de cosas más que me han convertido en la persona que te abre las puertas de Kartoffel Tortilla para que encuentres lo que necesites saber sobre Alemania. ¿Te apuntas?
Si quieres conocer más detalles sobre mi perfil profesional, te invito a visitar mi web personal.