Post revisado por Montse el 09/11/2022
El Frühstück alemán es un momento distendido para hablar con la familia y amigos. Descubre todos los detalles de esta costumbre alemana.
El año pasado, cuando visité Berlín, algunas amistades me dijeron que no podía ir a Alemania y no tomar un estupendo Frühstück. En aquel momento, y sin tener la más mínima idea de lo que me hablaban, busqué bares y restaurantes donde poder disfrutar de aquella actividad culinaria que mis amigos describían como algo excepcional.
Ahora, al vivir en Alemania, puedo decir que el Frühstück no es ni más ni menos que un desayuno. Eso sí, un desayuno completo y realmente delicioso.
No sé cómo te organizas por las mañanas para desayunar antes de ir al trabajo, a la universidad o, simplemente, ponerte a tus quehaceres diarios. Yo siempre fui de desayuno rápido. Café con leche y un poco de azúcar, leche con algún que otro cereal flotando y los domingos, por hacer algo diferente, me untaba una tostada con algo de mermelada. Punto.
Es posible que hayas escuchado mil veces eso de que un desayuno tiene que incluir fruta y otras mil cosas que siempre obviamos. Pues bien, todas ellas están en un Frühstück. Lógicamente, depende de la persona y del tiempo del que se disponga, puede tener más o menos variedad y cantidad. Hay gente que sólo lo hace los fines de semana, cuando dispone de más tiempo y lo aprovecha como una excusa más para sentarse a la mesa con los suyos y disfrutar de una buena comida.
También se puede optar por tomarlo fuera de casa. Hay bares y restaurantes que tienen varios Frühstücke (plural de Frühstück) entre los que elegir diferentes combinaciones de alimentos o si compartir o no con otro comensal. En algunos locales se hay bufé en el que, con un precio fijo, se tiene acceso a una base fija y cuyos extras o bebidas suelen cobrarse a parte. Dependiendo del sitio se ofertan los fines de semana, sólo los domingos o cualquier día de la semana. Si quieres darte el capricho, comprueba este dato antes de reservar mesa.

¿Qué lleva un Frühstück?
Lo cierto es que no hay una directriz que marque lo que es un Frühstück y lo que no, pero sí que hay algunos elementos comunes en cualquier Frühstück que se precie:
- Una bebida caliente: puede ser un café, una infusión, leche con cacao o un simple vaso de leche.
- Una bebida fría: normalmente es zumo de naranja aunque, a veces, es un vaso de agua fresca que, sobre todo en verano, se agradece para empujar un poco la comida.
- Alimentos salados: suele llevar algo de fiambre, queso, huevo (cocido o revuelto) y un poco de ensalada. En algunos bares puedes encontrar salmón o paté. Se acompaña de algunas rebanadas de pan
- Alimentos dulces: los croissants suelen ser la bollería más utilizada, aunque también puede haber otro tipo de panecillos dulces. Para acompañarlos se sirve algo de mantequilla, mermelada y, en algunas ocasiones, nata

En los Frühstück más caseros se come Müsli, algo de fruta y un poco de yogurt. A nosotros nos gusta hacer algo diferente cada fin de semana por lo que nos animamos a cocinar galletas caseras, crepes rellenos (de dulce o de salado), algún batido natural y tostadas.
Se supone que, al ser un desayuno fuerte, no siempre se hace temprano y suele prolongarse hasta el mediodía, por lo que puede sustituir el almuerzo. Obviamente esto no es algo inamovible y, nuevamente, depende tanto de la persona como de la cantidad de comida que haya tomado.
Y a ti, ¿también te ha conquistado el Frühstück?
2 comentarios
Vamos eso es un brunch jeje pero en aleman!!
Muy interesante todos los artículos, me estoy leyendo todos para llegar con las ideas mas claras.
Hola Elle! Gracias por tu comentario. Sí, en realidad es como un Brunch, pero con una palabra un poco más difícil de pronunciar 😛 Espero que lo que veas en el blog te sea de utilidad. A qué ciudad alemana te mudas? Un saludo!